Levantada posiblemente sobre una antigua mezquita, fue una de las primitivas (la tercera en antigüedad) Parroquias de la Ciudad, tal como lo pone de manifiesto el pleito mantenido tras la Reconquista de Úbeda, entre el Obispo de Baeza, Fray Domingo, y Don Rodrigo Jiménez de Rada, Arzobispo de Toledo, por la posesión jurídica de la misma.
De esta época, segunda mitad del siglo XIII, data su ábside protogótico.
Cegada su puerta de poniente, entre 1605 y 1615, estando en la Sede Episcopal de Jaén Don Sancho Dávila, se erige su actual portada sur, de cuyas trazas debe ocuparse Alonso de Barba, aparejador y principal discípulo de Andrés de Vandelvira.
Esta portada está compuesta, en su primer cuerpo, por columnas exentas de orden corintio antepuestas a retropilastras, arco de medio punto con clave vegetal y relieve de virtudes en las enjutas.
El segundo, tras el entablamento, se compone de columnas-retropilastras jónicas (siguiendo el esquema ortodoxo del clasicismo), que abrazan un idealizado tema de serliana o hueco palladiano, en cuyo hueco central se instala la imagen exenta del titular. A ambos lados las armas episcopales de su promotor.
También, en la primera década de este siglo, son firmadas las condiciones para hacer la torre campanario -luego arruinada e inexplicablemente desplazada en la actualidad tras su desventurada restauración-, por el maestro Pedro de Ortiz, siendo ejecutada la obra por diversos maestros de albañilería, entre los que figuraba Juan de Bayona .
El interior de su fábrica, remodelada en múltiples ocasiones, presenta en la actualidad una única nave de salón, cubierta por bóveda de cañón y cúpula rebajada en su presbiterio.
Es una de las parroquias más antiguas de la ciudad. Fue reedificada en el último tercio del siglo XIV (tras la destrucción de Pero Gil), quedando escasos restos de la anterior fábrica del siglo XIII, tales como el ábside semicircular.
Ha sufrido después varias intervenciones, destacando la de la fachada renacentista de 1605, construida por el discípulo de Vandelvira Alonso de Barba, bajo el obispo de Jaén Sancho Dávila (1605-1615).
Probablemente fue una mezquita convertida al culto cristiano después de la Reconquista, siendo parroquia -dependiente de la jurisdicción del arzobispado de Toledo en el siglo XIII- hasta que a mediados del siglo XIX queda agregada a la iglesia de Santa María.
Exterior: La portada principal consta de dos cuerpos, el inferior centrado por arco de medio punto con columnas corintias a los lados y retropilastras; en las enjutas vemos los relieves de dos virtudes, la fé y la caridad. Sobre el entablamento se encuentra un segundo piso de orden jónico, cuyo hueco central cobija la imagen sedente del santo titular. A ambos lados aparecen dos grandes escudos del obispo promotor, todo rematado por pináculos piramidales. Se trata de una portada que repite esquemas renacentistas.
La portada de poniente, con arco de medio punto, fue cegada cuando se construyó el coro -es recto, de construcciones antiguas protogóticas-.
La torre campanario, de la misma época que la portada principal, es sencilla y consta de un cuerpo cúbico con cuatro vanos para el cuerpo de campanas. Actualmente no ocupa su original emplazamiento.
El ábside exteriormente presenta pilares escalonados y arcos polilobulados, restos protogóticos de la antigua fábrica del siglo XIII.
Interior: Su interior ha sido reconstruido en varias ocasiones. Presenta en la actualidad una única nave de salón cubierta por bóveda de cañón con capillas laterales, la mayoría góticas.
El ábside es poligonal con vanos ojivales.
Presenta un gran valor histórico, pués fue una de las parroquias en que se dividía la ciudad medieval, en la que se aprecia el interés renacentista de siglos posteriores por transformar el aspecto externo, mediante la construcción de fachadas sobre los templos medievales.
Fuente: Guía de Úbeda. Ciudad de Renacimiento. Editado por Ceder "La Loma" y realizado por el Módulo de Promoción y Desarrollo de la Escuela Taller de Úbeda. Ayuntamiento de Úbeda 1995